El mundo se encuentra atravesando momentos turbulentos y álgidos tras la salida de la pandemia, en donde la inflación hace mella en las principales economías y el fantasma de una recesión dice presente. Ante este panorama, muchos inversores y ahorristas buscan refugios para proteger sus activos, así como también para volver a pensar en positivo. En el siguiente artículo, algunos elementos a considerar para el futuro.
Estados Unidos registra la inflación más alta en los últimos cuarenta años. Algo similar ocurre en Europa, en donde los efectos del enfrentamiento entre Ucrania y Rusia también alteran el valor de las tarifas y otros servicios esenciales. Así, miles y miles de personas buscan en dónde invertir a pesar de la inflación. Después de todo, en la actualidad no hay economía que no esté sufriendo en mayor o menor medida un alza en sus precios.
Ahora bien, este fenómeno se da en un contexto especial: la salida de la pandemia y los cambios drásticos que ha dejado en el mundo financiero. No debemos olvidar que hace apenas dos años el Bitcoin se presentaba ante el mundo como la alternativa digital al dólar estadounidense. Sin ir más lejos, en los últimos dos años ha sido considerable la cantidad de personas que volcaron sus ahorros a este tipo de activos.
En la misma sintonía, hoy en día encontrar brokers para invertir en cripto es tan sencillo como descargarse una app para nuestro teléfono celular o entrar a una página web en nuestro ordenador. La idea de que los cripto activos son un fenómeno de nicho o para especialistas en Fintech ha quedado de lado y se presenta como una estrategia financiera que gana adeptos tanto en Colombia como en el resto de la región. Para comprender más este fenómeno, conviene pensar de manera detenida algunos factores.
¿Por qué el mundo atraviesa una alta inflación?
La respuesta a este fenómeno parece bastante unánime en el sector económico y financiero. La salida de la pandemia tenía un efecto inevitable en las cuentas de los países que emitieron una gran cantidad de dinero para hacerle frente a una crisis sin precedentes. Tras esa medida y un enfriamiento de la economía por las medidas de cuidado, era inevitable que la pospandemia trajera una aceleración en los precios de productos, servicios y materias primas clave. Así, este fenómeno puede encontrarse tanto en economías emergentes como en las grandes potencias.
La respuesta a este fenómeno ha sido bastante ortodoxa y esperable. Estados Unidos, sin ir más lejos, ha elevado la tasa de interés en proporciones históricas con la administración de Joe Biden para revertir el proceso inflacionario. La Unión Europea también ha aplicado la misma estrategia, a la vez que espera que la tendencia cambiaría que equipara al euro con el dólar se detenga.
A esto debe sumarse los efectos no deseados de la guerra declarada entre Rusia y Ucrania, la cual afecta principalmente a Europa en todo lo relacionado con el suministro de energía, elevando precios y generando mayores costos adicionales en general. Lo que parecía un conflicto breve, se ha extendido en el tiempo y las consecuencias financieras, además de las humanitarias, ya han tomado otro calibre.
En conclusión, lo que parecía una salida pospandemia cargada de optimismo, con el mundo volviendo a ser lo que era antes del 2020, se ha visto opacada por el miedo global a una recesión y el temor a que los costos sigan elevándose. Así, la salida del Coronavirus podría demorar más de lo esperado, incluso en los pronósticos más pesimistas que circulaban hace dos años.
¿Qué hacer en este contexto?
Dicho todo esto, no son pocos los colombianos y colombianas que buscan un refugio a la incertidumbre económica para poner a salvo sus ahorros. Si algo ha dejado la reciente pandemia es la adquisición de nuevas costumbres financieras y hábitos de inversión que antes no se tenían. Para muchos, esta década podría ser recordada como la era de las Fintech.
Lo cierto es que hoy en día las personas pueden moverse en mercados con la misma facilidad con la que se pide la cena por delivery o se reserva un turno en el médico. Esto explica, por ejemplo, el boom de las criptomonedas a pesar del “crypto crash” del que se habla en la actualidad.
Las razones de esta caída abrupta del activo financiero estrella en 2020 y 2021 son múltiples, pero no se pueden desarticular de todo lo dicho anteriormente: la caída de la confianza en el crecimiento global y el temor a la inflación hace que muchos grandes inversores desarrollen estrategias más conservadoras. Así, los “pesos pesados” del mercado pueden llegar a vender sus activos en criptomonedas, aumentando su depreciación y una falta de confianza generalizada en los distintos sectores financieros.
Sin embargo, hay una suerte de contrapeso a dicho fenómeno: la segunda oportunidad que muchos inversores esperaban cuando vieron dispararse el valor de Bitcoin. Cuando la primera de las monedas digitales aumentó exponencialmente su precio, muchas personas sintieron que ya habían quedado demasiado atrás para entrar en ese mercado. Ahora, con su valor llegando a mínimos de dos años, hay una nueva luz de esperanza.
De hecho, muchos especialistas marcan que América Latina puede ser uno de los lugares centrales para las criptomonedas en la actualidad, siendo la región una de las grandes responsables de frenar la caída y retomar la racha alcista. Después de todo, los inversores de la región están buscando alternativas para hacerle frente a la devaluación de su moneda (como es el caso de Argentina) o a la inflación que no esperaban (algo que puede verse en Brasil, por ejemplo).
Las inversiones de empresas de este sector parecen confirmar este pálpito, en donde el nivel de operaciones diarias se mantiene alto y estable, sin grandes afectaciones por la volatilidad de los precios de Bitcoin, Ethereum y otras criptomonedas importantes en el mercado. ¿Será nuestro continente el encargado de volver a poner en precio a este activo financiero? El tiempo lo dirá.
Obtén tu Fianza Administrativa y protege tus negocios siempre, buscando un servicio de calidad.
Claves para 2022 y 2023
Así entonces, nos encontramos en un momento bisagra tanto a nivel económico como político. Los países emergentes y las potencias se encuentran igualadas en sus problemas, algo que no sucedía desde hace mucho tiempo, abriendo la puerta a un gran abanico de medidas y opciones. Estados Unidos, fortalecido por la valoración del dólar, también debe reafirmar su lugar de economía principal a nivel global. Cómo pueda resolver esta crisis será crucial para ello.
China y Rusia, en tanto, siguen asomando como competidores cada vez más fuertes y la Unión Europea debe reaccionar pronto a una gran cantidad de factores: mientras todavía sigue frenando los efectos del Brexit, la pandemia y la guerra en Ucrania desordenaron las décadas de tranquilidad que tenía la región.
En tanto, las economías emergentes se juegan gran parte de su futuro en los próximos meses: volver a pensar en positivo y dejar atrás las secuelas del Coronavirus es tan vital para lo que queda de este año como para lo que será todo el 2023. No es casualidad que los indicadores macroeconómicos tengan tanto peso en la actualidad. El mundo entero está a punto de escribir un momento importante, mejor estar bien preparados.