Los problemas se pueden inferir del comportamiento tanto de gatos como de perros, que en algunos casos son el resultado de conductas de padres de estas mascotas. Es por esto que la etología cobra importancia en este punto, ya que puede diagnosticar y ayudar con los problemas de conducta que afectan a los amigos de cuatro patas de manera especializada.
Concretamente, gracias a nuestro artículo, podrás entender las causas de los ladridos o maullidos excesivos en perros y gatos de una manera más profesional, por eso nos apoyaremos de una de las profesiones veterinarias que estudia el comportamiento de animales de compañía, la etiología clínica.
¿Que estudia la Etología Clínica?
La etiología clínica es una especialidad de la medicina veterinaria cuyo objetivo es prevenir, tratar y diagnosticar alteraciones del comportamiento en animales domésticos.
Si te preguntas en qué casos debes consultar a un veterinario especialista en etología clínica, la respuesta es sencilla: cualquier situación relacionada con cambios en el comportamiento de tu mascota.
Es importante mencionar que los problemas de conducta no pueden ser diagnosticados por un educador canino, ya que solo pueden ser tratados por un médico veterinario especialista en etología clínica y su equipo de trabajo.
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Interpretando señales en perros y gatos
No es tan fácil saber si nuestro fiel amigo está feliz, pero hay ciertos comportamientos que podemos utilizar para confirmar el estado de ánimo. A continuación, examinamos este comportamiento en gatos y perros en función de la etología.
Caso de estudio en Perros
Los perritos no ladran a menos que tengan una muy buena razón. El único propósito de los ladridos de un perro es satisfacer sus necesidades y deseos. Sin embargo, es importante aclarar que esta situación puede o no ser normal.
La etología frente a los ladridos excesivos afirma que se debe a signos de ansiedad y frustración derivados de la falta de atención. Pero también podría deberse a un trastorno que tenga tu amigo de cuatro patas. En ese caso, lo mejor es reducir el estrés en su entorno.
Los perros pueden ladrar por miedo, estrés, por la separación prolongada de su compañero, tendencia genética, falta de socialización o enfermedad. Pero cualquiera que sea la razón, el castigo nunca debe convertirse en un método de corrección.
Para tratar los ladridos excesivos de tu perro, primero debes llevarlo a un veterinario con experiencia, pero mientras tanto debes estar firme, tranquilo, hablar con él y no gritar. Además, no olvides enseñarle a tu perro a entender la palabra silencio. Repita «silencio» en voz baja y recompénsalo con comida cuando esté en silencio.
Caso de estudio en Gatos
Los gatos maúllan por muchas razones: enfermedad, buscan atención porque no quieren estar solos, quieren comer, quieren reproducirse, como saludo cuando alguien llega a casa, por estrés o por vejez, que es cuando pueden llegar a tener confusión mental o cognitiva.
Si tu gato maúlla demasiado, no ignores el problema. Los gatos no deben ser castigados, sino recompensados por un comportamiento tranquilo donde reina el silencio.
Cada gato es un mundo, por lo que, si el maullido persiste, no dudes en llevarlo a un profesional y no sigas ningún tutorial para tratar el caso.
Reflexión al tener una mascota en casa
Nuestros amigos de cuatro patas merecen siempre nuestro cariño, pero sobre todo atención constante. En muchos casos, los problemas de comportamiento surgen cuando no pasamos tiempo con ellos, como irritabilidad y ladridos excesivos. Así que, si quieres una mascota, debes asegurarte de tener suficiente tiempo para compartir con ella.